(Le robo el nombre a Wardog, porque es que no encuentro mejor término para describir fisicamente a este ente)
Manatibobo es una mujer cuarentona con una característica muy especial: No tiene ni puta idea de nada. Pero de nada de nada. Esto no es un problema por si mismo. Pero cuando se combina con sus nulas ganas de aprender, su puesto de mando intermedio y un sueldo inmerecido, forman un cóctel explosivo.
Verbigracia: Utilizamos una aplicación web que pide un login (cuenta y contraseña). Ocho y cinco de la mañana. Estoy físicamente a tres metros escasos de la susodicha
MB: (a grito pelado) «¡MAAAAAAAY! ¡¡alabimbombam.com no funciona, da error!!»
Y de la misma, se levanta.
MB: (en alto, pero para si misma) «Po me voy a tomar un café.»
Ese es todo su diagnóstico del error. No le pidas más. NO LE DA. Mientras me froto una legaña con el meñique izquierdo, accedo a la aplicación, me logueo y todo correcto. Como ya me conozco a la susodicha, doy un salto hasta su puesto y miro la pantalla. Para empezar, ni molestarse en bloquear el equipo, con dos pelotas. Cualquier día de estos me lio a poner pollas de fondo de escritorio. Para que aprendan. Y para continuar, navegador en la pantalla del error en toda su excelencia. Qué raro. Bueno, F5 y que recargue. Efectivamente, aparece el login, el navegador carga las credenciales por defecto que ManatiBobo ha guardado (la gente es vaga hasta niveles cósmicos), le atizo a «Entrar» y, oh sorpresa, oh maravilla, oh cielos, en el monitor aparece ……
… la pantalla de bienvenida a la aplicación.
Y este es el nivel. Ni recargar la puta pestaña. Hay un problemilla e inmediatamente molestamos a alguien que sabe más (por descontado), que trabaja más (a Manatibobo se le cae el lápiz todos los putos días a las cuatro y media de la tarde, llueva, nieve, haga frío o calor), que está más ocupado (el log de navegación de su equipo es un marasmo de feisbuc, privalia y groupon) y que cobra menos (que no tengo porqué saberlo, ni sé la cantidad concreta, pero lo sé). De malas maneras, con peor educación y con un desconocimiento total de lo que se pide. Diría que también de lo que hace, pero soy de la opinión de que todo el mundo asciende hasta su máximo nivel de incompetencia. Y esta mujer tiene pinta de llegar a vicepresidenta ejecutiva.
Tengo una muy buena de cuando llegó a la oficina y se le dió el mando sobre un conjunto de curritos. De todos es conocida mi querencia hacia el software libre. Y para evitarme gaitas acerca de licencias y demás, en el servidor compartido de ficheros de la ofi siempre está el instalador del LibreOffice. Como con todos los usuarios nuevos, equipito nuevo y reluciente, windows pelado, Chrome y/o Firefox, drivers de la impresora y a funcionar.
Al de media hora, bufido de la doña.
«Me falta el Office.»
Sin decir nada más, el que la coja para él. Por lo visto, en su casa las cosas se dicen así. Pero conmigo eso no funciona y ahora ya sabe que tiene que decir mi nombre primero para saber que está interaccionando conmigo. El caso es que en su momento, la mujer era nueva y tampoco era plan de mandarla al peo por su mala educación. Follado y educado se viene de casa. No estoy para enseñar educación ni maneras a nadie.
Me planto en su puesto, me conecto al Compartido, descargo el instalador, doble-click, las tres pantallas de rigor y dos minutos despues, LibreOffice instalado. Borro el instalador y me levanto.
«Ala, con $Deity»
Dos minutos después, otro bufido.
«Esto es una mierda, no puedo hacer nada.»
Segunda tocada de huevos del día. Y ya veo que los tiros van siempre por el mismo sitio. Estoy hablando de esas personas que piensan que sus problemas son los de todos, y que si lo dice en alto, milagrosamente aparecerá alguien que se los resuelva. Suspiro, me levanto y me vuelvo a acercar.
MaY: «¿Qué te pasa, alma de cántaro?»
MB: «Que esto es una mierda, no puedo hacer excels con esta mierda de aplicación.»
MaY: …
MB: «No me pongas esa cara. Yo con el Excel puedo hacer formatos de celdas condicionales y con esta puta mierda no.»
MaY: «No lo puedo asegurar al 100%, pero seguro que SI que puedes hacerlo. Lo que pasa es que tienes que aprender. Mira en Google.»
MB: «Tengo mucho trabajo y no estoy para aprender nada. Quiero un Office.»
MaY: «Que no. Aprende.»
MB: «Que si, no puedo perder más tiempo.»
MaY: «Yo tampoco. Ale. A pastar.»
Diez minutos más tarde, llamada a consultas de un jefazo.
$Boss: «Que dice Manatíbobo que no puede currar.»
MaY: «Currar puede. Que no le salga de los huevos es otra cosa muy diferente.»
$Boss: «No es lo que me ha dicho.»
MaY: «Como si canta flamenco con electrodos en los pezones. Quiere que le instale Office y no me apetece por muchos motivos. El principal, que las cosas no se piden así.»
$Boss: «No quiero más problemas con esto. Ponle el Office.»
Palabra de $Boss. Amén. Arrieritos somos. Donde manda capitán, no manda marinero. Etc, etc… Allí que fuí. Juraría que la hija de puta se relamía de gusto mientras disfrutaba de su victoria. Allí estaba yo, sentadito en su ordenador instalandole el Office. Y al acabar, me levanté y le dije:
«Ahí te lo comas.»
Willow es técnico de producción. Quiero decir, en la cadena trófica de la empresa tiene la categoría de fitoplacton, más o menos. Es decir, pinta menos que un cagao. Pero producir, produce. Como un cabrón. Un máquina. Le tengo en estima. Hace su trabajo, lo hace bien, no da por culo y si por un casual necesita algo, lo pide educadamente, sin prisas, sin presión y sabiendo lo tensionado que puede estar el departamento de sistemas. El caso es que no me sorprendió verlo al de dos días delante de mi con las manos en los bolsillos, señal inequívoca de que algo no andaba bien y que debía aportarle una solución.
MaY: «A labuenahdedioh.»
Willow: (Muy serio) «¿Oye, existe alguna manera de abrir documentos de Excel en LibreOffice?»
MaY: «Dependiendo de la versión de guardado del docum…mi-er-DA.»
Como un rayo, la situación apareció diafana ante mí. En el proceso de producción Manatíbobo genera un Excel según criterios personales (porque de profesionales ya os cuento que no tiene) y se lo pasa a los técnicos. Estos hacen la magia que tengan que hacer con sus herramientas, lo suben a la aplicación, notifican la operación a Manatíbobo y esta revisa y vuelve a generar el puto Excel de los huevos con las correcciones y/o modificaciones a realizar. Manatíbobo no permite que le distraigan desplegables y menús adicionales que tenga la herramienta. Le da a Guardar y como tal se queda.
¿Problema? La versión de guardado de Excel en su maravilloso formato XLSX, que es la que guarda por defecto, no se abre del todo bien en LibreOffice. Principalmente la parte de *suspiro* «formato de celda». Y Manatibobo, aunque me joda horrores reconocerlo, domina el Excel con una maestría rayana en el virtuosismo. Formatea, mete funciones en rangos de celdas y demás virguerías. Y los formatos condicionales los borda. Cosa que el LibreOffice, siempre algún paso por detrás, pues simplemente pasa. Y Willow y sus colegas no tienen el Office instalado.
Resumiendo: 8 Licencias de Office desembolsó la empresa por el capricho de que una torda de mil pares de cojones no le apeteció hacer las cosas de otra manera. Y en vez de darle capones hasta el infinito, la inútil sigue en la oficina, dando por culo y encima, con más atribuciones, responsabilidades y sueldo. Y la mala educación para con aquellos con los que se siente superior.
Moraleja: Se educado y deja que los demás sean quienes cargen con el sambenito de borde y arisco. Y en el momento que salte ese borderío, no te dejes pisotear. Demuestra que tú sabes como el que más ser lo más desagradable que ha parido madre. Tu tranquilidad futura te lo agradecerá.