En un mes da tiempo a hacer muchas cosas: como ver a Vettel ganar y mear en todas las carreras de septiembre, como irme de vacaciones, rascarme los huevos, inflarme a comida casera, quemarme en la playa y quemarme en el curro. Como ir de boda, estar con amigotes, reírnos, llorar, recibir bromazos y gastarlos. Como a decir «mañana escribo en el blog» y dejarlo pasar. Como recibir noticias de todo tipo, buenas y muy malas. Como saber que más gente ha tenido niños. Como saber que más gente también se suben al carro del churumbel. Como a ir al cine a ver muchas películas
Siento mucho haber dejado pasar tanto tiempo sin escribir nada. No es que me haya pasado algo, simplemente, que finales de agosto y septiembre entero han sido meses duros y que realmente, lo único que me apetecía hacer al llegar a casa era nada y lo único que podía hacer al llegar al curro era de todo, menos escribir en el blog. Y la semana de vacaciones fue, precisamente, de rascarme el ombligo con ganas, fruicción y dedicación. Sé que siempre prometo lo mismo, pero es que al final, es la única manera que tengo de prometerme a mi mismo que mañana si, mañana vuelvo a escribir.
Y esta vez si. Demasiado tiempo, lo siento mucho, queridos lectores. Espero que no vuelva a ocurrir. Sigan ahi. Esta vez no vamos a estar tanto tiempo desaparecidos.