Lo primero, para variar, disculpas sobre mi desaparición durante esta semana larga. Gracias a la invitación de mi amigote de Canarias, he estado unos días tirado al sol de Tenerife viendo la vida pasar y lo que es más importante, pasando de todo: Sol, comida, excelente compañía y cervezas Doradas como si no hubiese mañana.
Trabajar no he trabajado demasiado. La excusa para pasarme por el archipiélago era el bautizo de la niña de este amigo y me encargó que sacase las fotos oficiales del evento-ceremonia. La idea era sacarlas y empezar a tratarlas en el mismo lugar y en la misma semana…. pero es que se estaba muy a gustito rascandome la barriga. Y dado que el tiempo acompañaba, meterme en una habitación a trastear con las fotos no era algo que me hiciese especial ilusión. Para el invierno que llevo en la meseta, sentir el calor, ir andando a todos lados en cholas, pantalones cortos y camiseta de tirantes ha sido una cosa que he disfrutado cuanto he podido.
Tengo un par de anécdotas para contar, pero aprovecharé para hacerlo en siguientes entradas. Que prometo que recuperaré el ritmo habitual.