Y que esta última entrada de 2012, valga tambien como lista de deseos para el año que viene.
Como año he de concluir que no ha sido de los mejores. He tenido un momento muy malo, he tenido que demostrar bastantes cosas y he sellado lazos de amistad a base de paciencia, mucha mano izquierda y sigo adelante con una relación. Que parece que todo va bien, a pesar de la distancia y de mi inevitable bocachanclismo.
Bueno, planes para el futuro. Evidentemente, mantener (a poder ser, mejorar) el currele, que con la que está cayendo no es poco. Puestos a tirar un poco de la cuerda, que me de para mover un poco el esqueleto por estos países de díos. Evidentemente, nada a la altura de Japón como este año: Algo más cercano, tipo Londres, Italia… Por descontado, mantener esta relación. Y ya, para nota, seguir teniendo tiempo para mantener las amistades, que últimamente entre tanto lío, parece que todo el mundo está más susceptible.
No quito que cada uno tiene lo suyo encima. Pero parece que las cosas no se quedan donde deben y explotan donde y cuando no son bienvenidas. Uno intenta contemporizar. Pero muchas veces, y más en las distancias en las que me muevo, o no me llega el mensaje, o lo cojo magnificado. Y quisiera cambiar eso: que la comunicación sea algo más fluida y frecuente.
Por supuesto, un recuerdo para la familia. Pasar una semana en casa, viendo a mis padres y chillando con/a mis hermanos me ha recordado tiempos pasados, que no mejores o peores. Y disfrutar de ellos ha tenido un efecto relajante que muchas veces he necesitado y no he conseguido.
Un recuerdo para el blog. Sé que últimamente no he estado muy al loro, pero es que he estado muy liado. Cuando llego a casa en lo último que pienso es en ponerme de nuevo a las teclas. Prometo que será una cosa que intentaré cambiar a lo largo de este año.
Y por supuesto, y para acabar, desear a los lectores, habituales y ocasionales, un muy feliz año nuevo 2013. Que todos vuestros deseos se hagan realidad.
Feliz 2013, agárramela que me crece.