He tenido el clásico encontronazo con una operadora. Si, como todo, en estos casos, cuando las cosas van bien, no escribes ni dices nada. Y cuando te afecta, pues pataleas.
La historia comienza en el momento que dos compis de piso se van. Hay que cambiar el titular de la cuenta y, en el caso que nos ocupa, Jazztel solo proporciona una manera. Enviar un fax con un formulario ya relleno. Yo, como el 95% de los españoles, NO POSEO UN FAX y estuve 15 días contactando con Jazztel por twitter, telefono y correo electrónico para solicitar el cambio de titular de la cuenta. Y tras esas dos semanas, la única respuesta que obtuve fue que enviase el puto fax.
Tras contactar con la persona que salió del piso, se envió el fax. Y ahí pensé que se acababa todo. Punto. Pero no. A comienzos de noviembre, tuvieron a bien cortarme el servicio. Contacté por teléfono y me devolvieron el servicio tras pagar dos facturas pendientes. Dos. No me hace gracia, pero entiendo que el cambio de titular puede no ser inmediato.
Pero lo mejor estaba por venir. Otra persona más se pone en contacto conmigo diciéndome que tiene avisos telefónicos de facturas impagadas en mi domicilio a cuenta de Jazztel. Y otra llamadita al canto. Otra factura pendiente. Cabreado. MUY CABREADO, pero sin perder las formas, pido a la amable operadora sudamericana las explicaciones consecuentes, que no me convencieron para nada. Le pedí que se me derivase a un supervisor para hacer constancia de mi queja y…
Y nada.
Directamente a cobros y la promesa de que un supervisor me llamaría. ¿A vosotros os ha llamado? Pues a mi tampoco.
Dos semanas sin tener noticias de ellos. Así que a) me cambio de operadora y b) siempre que alguien me pida consejo sobre operadoras, Jazztel acaba de superar a Telefónica como peor empresa. Lo curioso del caso es que no estoy disgustado por el servicio, sino por las formas. He seguido MUY a disgusto el ÚNICO procedimiento que proponen para cambiar de titular y aún así y todo, me he encontrado con problemas, pufos y molestias a personas que no tienen nada que ver conmigo. Así que les van dando.
Solo tengo que dar las gracias por los problemas ocasionados. Y no volver a verles en la puta vida.