Vale. Partamos de una base. La película es un truño. Una mierda como un puño. PERO.

Pero va sin pretensiones. Y despues de haberme tragado Prometheus, con su pretendia profundidad, sus dialogos para encontrar el sentido de la vida, todas las interrogantes que deja abiertas, etc, etc… mi cerebro tenía ganas de algo simple, entretenido, divertido, y, por qué no decirlo, predecible. Y Los Mercenarios II cumple con todas y cada unas de esas condiciones.

Simple como el mecanismo de un sonajero. Villano malo malo de libro. Grupo de buenos. Ensalada de tiros. Muertos (de los malos) a cascoporro, a cada uno más sangriento y/o original. Boutades por doquier.. Entretenido, porque no hay tregua. De un tiroteo se pasa al siguiente. La unión se produce sin descanso y sin desfallecimiento del ritmo. Vamos, que no te revuelves incómodo. Divertida porque a todo le sacan punta: a la edad, a la lentitud, a los malos… Gran parte del interés es saber cuando aparecen las estrellas que no aparecían en la primera. Y cada vez que sale una, y tras el primer comentario de «que viejo está», esperas al siguiente. Y así hasta el final. Y guión predecible. Tanto, que cae en una serie de tópicos, no ya del cine de acción como tal, sino del cine en general. Vamos, que cuando empiezan a hablar de una cosa, ya sabes como va acabar.

Pero eso era lo que necesitaba para reconciliarme con el cine. Algo ligero y sin pretensiones. Algo con lo que reírme, algo con lo que disfrutar. Y Mercenarios II es tan tan tan tan JODIDAMENTE mala, que hasta resulta predecible. Solo se salva la reunión de estrellas de cine de los 80: Stallone, Willis, Chache, Norris… y las risas que se hacen a costa de ellos mismos. Y eso es saludable. En fin. No vayáis con expectativas ni pretensiones. Es una peli de tiros, explosiones y frases quedonas. Punto.

Y me ha gustado.