Si, lo reconozco. Soy de esa clase de personas que anda buscando una hamburguesa como $deity manda. Y es que no lo puedo evitar, ya que es la cómida universal más extendida por esta pelotita cada vez menos azul. He probado McRatas y derivados en casi todos los países a los que he tenido la inmensa fortuna de ir. Y es espctacular como se las arreglan para que a miles de kilometros, el preparado siga sabiendo igual. No valoro si bien o mal. Simplemente igual.
Pero no toca meterse con burrikines y demas franquicias. Yo me refiero a esos garitos que todo el mundo conoce en su ciudad y/o lugar de residencia, donde la carne es propia, la lechuga de mercado, te preguntan por el punto de la carne (y te suelen hacer caso) y el pan es especial para el bocadillo que nos ocupa. Donde puede que el plato sea más caro que en una de esas cadenas franquiciadas que obvio, pero sales con la sensación de haber degustado «una de las mejores hamburguesas que haya probado nunca».
Por suerte o por desgracia, mi movilidad geográfica laboral me ha permitido conocer bastantes sitios donde sirven unas hamburguesas muy decentes: en Bilbao, las servidas en los míticas garitos de La Florida, el Boys o las del Viejo Roble (cuando estaba estudiando) han sido mi referencia, pero al llegar a Madrid, y tras muchas catas, he de reconocer que las de Alfredo’s son una cosa muy muy muy decentes.
El caso es que no soy el único y al final, las hamburguesas no son más que la excusa para juntarnos unos cuantos amiguetes y ponernos al día de nuestras vidas, trabajos y cotilleos. Y llevamos una temporada proponiendo (y quedando) en un garito llamado La Vaca Picada donde puedo asegurar sin equivocarme, que habrá pocas hamburguesas que superen en calidad, tamaño y presentación a las que sirven aqui. Una pasada y altamente recomendable. Se paga, eh? Pero 20 euros por ESA hamburguesa, patatas y dos refrescos yo los pago a gusto. Y que coño, no voy todos los días…