Quien lleve ya un tiempo siguiendo el despróposito de blog que mantengo sabe que de cuando en cuando, mi cuerpo dice basta. Y de la manera más espectacular y desagradable posible. Esta vez ha sido el estómago. Ayer me desperté a la hora habitual para ducharme e ir al curro y batí un record de tiempo desde mi cama al baño.
No solo eso, sino que encima tenía dolor de cabeza, ganas de vomitar y frío. Mucho frío. Como digo, algo espectacular. Todo lo que entraba, salía casi instantaneamente. M, a distancia, ayer me pasó una combinación de medicamentos, que, por lo pronto, esta mañana me ha quitado las nauseas y el dolor de cabeza. Pero salir hacia al baño sigue siendo un acto explosivo. Evidentemente, ni ayer ni hoy he ido al curro por las causas físicas ya descritas.
Mañana más. Por lo pronto, seguir con el tratamiento de primperan, paracetamol y dieta blanda y astringente en la medida de lo posible. Así que de momento, nada de hamurguesas y/o similares….