Cuando uno lee la manida expresión de «dominar con puño de hierro» puede que, por lo que sea, no se le ocurra a qué aplicarlo. O si se le ocurre, que por lo menos no suene a utilizado. Pero vista la carrera de ayer, donde -en teoría y a priori- los Red Bull no iban a ser especialmente beneficiados por el trazado italiano, uno se plantea utilizar todos los tópicos posibles, habidos y por haber. Es en lo único que han aprendido del año pasado. A no dar ninguna clase de emoción. Y muy negro negro negro se le tiene que poner el resto de carreras a Seb Vettel (en concreto, TODAS, porque con que gane una ya revalida título) para tener otro campeón del mundo diferente.
Y es que, en las palabras de mi adorado Virutas, no hay quien eche la pata a los Red Bull. Lo que se vivió en Silverstone fue un espejismo, un desfallecimiento puntual unido a una serie de circunstancias externas que motivó que todo el mundo (yo incluido) nos creyesemos que los Red Bull eran mortales, alcanzables y humanos. Despues de la carrera de ayer, solo queda reconocer que Adrian Newey y Sebastian Vettel van a ganar todo lo que se propongan mientras no tengan un rival a la altura.
Rival que durante el primer cuarto de carrera pensamos que sería un Fernando Alonso que hizo una salida estratosférica, pisando el sembrado incluso para adelantar cual misil tres posiciones, pero que durante el transcurso de la carrera bastante tuvo con pelear por conservar el podio, completado en su segundo peldaño por un Jenson Button que a la chita callando y a lo tonto, a lo tonto, ya supera a Lewis Hamilton, además de darle una lección de cómo adelantar al coche de Michael Schumacher que hizo todo lo posible por no dejarse adelantar por el teoríco primer piloto de McLaren. Creo que si hubiese sido otro piloto quien hubiese hecho esas maniobras, le hubiesen cascado un paseito por lo boxes como mínimo… Michael todavía pinta mucho entre los comisarios.
Y poca cosa más, aparte del carrerón de Jaime Alguersuari (vale que beneficiado por los abandonos de coches superiores al suyo) al acabar séptimo y las relativas sorpresas de encontrar a Paul di Resta y a Bruno Senna en los puntos. La siguiente, nocturna en Singapur dentro de 15 días. Nos leemos!
EL BUENO: SEBASTIAN VETTEL: A su pedo. Cualquier otro, vista la salida de Fernando Alonso hubiese pensado en nadar y guardar la ropa con la mente puesta en el campeonato. Pero el alemán no solo quiere ganar, sino que además quiere demostrar. Y en el momento que pudo adelantar al asturiano, carretera y manta tirando como si no hubiese mañana para tener una carrera cómoda y tranquila.
EL FEO: MARK WEBBER: Una vez relanzada la carrera despues del accidente de Luizzi, al bueno de Mark no se le ocurre mejor idea que coger la posición a Lewis Hamilton en la primera chicane y abrirse como si no hubiese nadie a su derecha. Resultado: alerón delantero destrozado, pero el coche seguía intacto y lo pudo llevar hasta la parabólica de entrada a meta. Y para redondear el error, a tope, como si la aerodinámica estuviese intacta. E intentó lo que no debía: acelerar más de lo aconsejable para conservar posición, pero frenar en el punto normal, no mucho más atrás, que era lo que el estado del alerón necesitaba. Recto contra las protecciones de la curva. Cosa totalmente evitable si se hubiese tomado con más calma el llegar a boxes.
EL MALO: VITANTONIO LUIZZI: Claro que la de Mark Webber queda empequeñecida al ver la que armó el italiano de HRT, que fue la bola blanca en el abandono de cinco coches en la primera curva de la primera vuelta, incluido el suyo. Por lo pronto, parece que pisó el sembrado, y al contrario que Alonso, no pudo controlar el monoplaza y acabó de lado llevandose puesto a todo aquel que pasaba por delante. Le han metido 5 puestos de penalización en la salida de la próxima carrera.
EL CRACK: FERNANDO ALONSO: Que mira con que poca cosa nos contentamos: una salida marca de la casa (dando botes en el salón y berreando en twitter estaba yo) y un tercer puesto. Pero bueno, vendrán tiempos mejores…