Paradise City 0.3
WHERE THE GRASS IS GREEN AND THE GIRLS ARE PRETTY
Sep
01.
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Categoría: ayuntamiento

Otra vez el ascensor. Otra vez Sweet Child O’Mine en versión acustica. Vaya, vaya. Esto ya lo he vivido antes. A mi mente le pasa algo con Matrix. Ya no es solo el rollo de los personajes, no… joder, si es que hasta tengo deja vú en sueños. Y ahora es cuando alguien pregunta: ¿Y cómo sabes que es un sueño? Pues muy fácil. Ya no solo por las repeticiones del ascensor o de la música. Como ya pasó en su momento, es la sensación de estar desnudo. La tibieza, la libertad, el tener conciencia de estarlo y no poder hacer nada por arreglarlo….

Vamos a ver cómo acaba esto…

Aunque ya me imaginaba por donde iba. Y efectivamente. Suena la campanita, el ascensor se detiene y las puertas se abren. Ala, como la otra vez. Cegado por la luz, doy dos pasos a tientas antes de detenerme y volver a abrir los ojos. Es curioso saber como algunas cosas se fijan en la mente. Memoria absurda. No te acordarás en la puta vida de tu número de cuenta bancaria, pero te sorprendes al comprobar que el recinto es idéntico a como lo recordabas de la vez anterior. Y otra vez la adorable ancianita en el centro de la sala, con su traje inglés, sentada detrás del escritorio. Curiosamente, al levantar la mirada, ví un punto de extrañeza. Imaginaciones mías, porque según me iba acercando más y más, echó la cabeza para atrás y empezó a reír.

No una risa chorra, no era una risa malvada tampoco… Vamos, parecía que no se estaba riendo de mi. De hecho, yo también empecé a reír. Estas cosas que empiezan con una risita, luego carcajadas y al final acabas tirado en uno de los sillones llorando de la risa. No recuerdo cuanto tiempo estuve despollado de risa, pero cuando quise boquear en busca de aire por sexta o séptima vez me dí cuenta que la señora me estaba mirando fijamente con los codos apoyados sobre la mesa.

¿Que haces aquí?

No fue una pregunta conociendo la respuesta. No había tono de amenaza. Era, simple y llanamente, la expresión del desconocimiento. Claro. El caso es que yo tampoco sé qué pintaba allí. Solo podía hacer suposiciones. Y pasarme un poco de listo, pero queriendo.

Pues recordando la última vez que me pasé por aquí, supongo que renegociar mi situación de karma, ¿no?

Esta vez, quien se quedó sin habla fue ella.

Si, ¿no se acuerda de mi? El de los grandes amigos que me van a decir las cosas como son, el pack de seguro anti hijos de puta…. ¿no recuerda?

La abuela negó con la cabeza.

Recuerdo perfectamente a cada persona que llega a esta sala. Lo que me extraña es que tú y yo sabemos que no deberías estar aquí.

Ahora el sorprendido era yo…. ¿Qué demonios?. La señora sonrió levantando la comisura derecha de su boca.

Te avisé. Te dije que mentirme a mi sería mentirme a mi mismo. Conozco todo lo que tú conoces. Sé lo que tú sabes. Y alguien -y me atrevería a añadir un «por fin»- ha aparecido en tu vida….

Ay.

…con lo que estoy extrañada por dos razones: una es que te haya tocado un premio gordo (lo cual, aunque raro, suele ser habitual). Felicidades. Es por eso que me he alegrado tanto cuando te he visto entrar de nuevo. La otra es que despues de semejante subidón de karma, nadie suele aparecer por aquí.

Estaba blanco. Como una estatua de sal. En ese momento, si me pinchan no me sacan sangre. La señora ha dado en hueso. Efectivamente, he encontrado a alguien. Pero joder, que hasta en mis sueños aparezca tan claro….

Venga, espabila, que no pasa nada. Estoy muy contenta. Y como yo, mucha más gente, te lo hayan dicho o no. Pero vuelvo a repetirte… ¿Qué haces aquí? ¿Porqué has vuelto sin razón para ello?

Ese era el problema. No se me ocurría razón. Cambié de posición en la silla.

mmmmm… pues a mi tampoco. Si dices que todo está en orden….

Zasca! Otra vez. Esta vez los papeles aparecieron en las manos de la señora como por arte de magia. No vi cajón, portafolios y/o archivador alguno. debería de dejar de hacer eso. Me pone muy nervioso. Pero la doña estaba a su rollo, mirando cosas en los papeles, recorriendo columnas y columnas con su boligrafo.

Es que ese es el asunto. Si, has tenido una potra que no te lames.

Abrazaría esta señora. Es como si mi abuela hablase como yo.

… pero más allá de eso -enhorabuena otra vez- no encuentro nada…. a no ser….

Ahora sabía donde se dirigía. Basicamente, al comienzo del expediente. Plom. La mesa crujió al recibir el impacto del taco de folios. Curioso. En las manos de la señora no parecían tantos. Tienen que dejarse una pasta en papel en este sitio… Mi interlocutora abrió la carpeta y pasó un par de hojas.

¡Vaya! Mira que algunas veces sois hasta capaces de sorprenderme… No me había acordado de leer tu ficha. Aquí lo dice. Negro sobre blanco. «Pelín bobalicón»…

¡Oiga! ¡Sin faltar!

Caso omiso.

«bocazas como el que más»…

¿Será posible?

¡Venga, con toda la artillería! En ese momento me estaba cabreando.

«memoria de pez, olvidadizo, pero sin mala fé»…

¡Hombre, menos mal! ¡Muchas gracias!

«…pero MUY agradecido…»

Y ahí me quedé yo, con la boca descolgada no sabiendo que decir.

Te vuelvo a sugerir que si me vas a decir algo, lo hagas dentro de poco. Te vas a despertar en cinco, cuatro….

Y entonces lo ví claro. Estaba allí para dar las gracias a alguien que me había ayudado. A alguien, a algo…. el dilema era lo de menos. Un buen consejo, un primer paso, los ruedines de la bici…

Gracias. Gracias por el consejo de la última vez. Me ha ayudado mucho.

♬You show us everything you’ve got♬
♬You keep on dancin’ and the room gets hot♬

Curioso. Juraría que mientras apagaba la alarma del móvil, la sonrisa de la señora todavía seguía en mi cabeza….

(Dedicado a M)


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