Algo ha cambiado. Y no solo en que ya esto sea Red Bull y McLaren ellos solos contra el mundo. El DSR, el Kers y los neumáticos (y más por estos que por las innovaciones) han hecho que una de las carreras tradicionalmente más sosotas de la temporada tuviese bastante emoción a lo largo de su primera mitad. Luego, con las posiciones definidas, puede que hayamos retomado el típico tostón de carrera clásica y habitual.
Parte de la emoción la puso Fernando Alonso con una salida de esas estratosféricas marca de la casa que echabamos de menos desde los tiempos de Renault llegando a liderar la carrera hasta el primer cambio de neumáticos. Y es aquí donde se producen los hechos diferenciales. Existen dos coches que corren, tienen una aerodinámica superior al resto de la parrilla y hacen sufrir menos a los neumaticos. Y gracias a ello, se van a jugar lo que queda de temporada entre ellos.
Y quien parte con ventaja es Sebastian Vettel, que, de momento, impone su ley en la parrilla con cuatro de cinco victorias en las carreras que llevamos de temporada. A un par de cuerpos de distancia se coloca Lewis Hamilton, un pasito por detrás Mark Webber y no muy lejos Jenson Button. Más allá, la nada (y no por puntos, sino por sensaciones). Y por allí empiezan a intuirse el resto de equipos y pilotos con Fernando Alonso a la cabeza.
Bueno, pues eso, que carrera bastante entretenida, no solo por la incognita (resuelta contundentemente en forma de doblaje) de saber si en Ferrari habrían encontrado un botón mágico para que el coche funcione, si no más bien por el continuo baile en la primera posición hasta que Vettel se hizo con ella con puño de hierro. Vamos, la tónica habitual.
De Fernando Alonso no hay mucho que añadir, la verdad. Desde luego que tiene que ser frustrante ponerse en cabeza, ver que el coche no termina de funcionar y que te vuelven a adelantar los mismos coches con los que luchabas al comienzo de la carrera por la primera posición. Pero el susto que se les ha pegado no es que compense demasiado, la verdad, pero mejor eso que nada. De todos modos, con qué poca cosa nos conformamos últimamente. De Jaime Alguersuari tampoco es que se pueda contar nada bueno, la verdad. Sigue quejandose de neumáticos, pero su compañero, con el mismo coche y mismas ruedas, le ha vuelto a superar. Empieza a pintar mal.
Bueno, atenta la concurrencia. La próxima carrera es ESTE domingo en Mónaco. Ya saben, monoplazas a 300 en zonas urbanas limitadas normalmente a 50 km/h. Y el que se descuide, al muro.
EL BUENO: SEBASTIAN VETTEL: El chico está a lo suyo. Sabe que ya no le hace falta salir bien. Tiene tanta ventaja mecánica que ya va de sobrado incluso.
EL FEO: FELIPE MASSA: Que ya es que no aguante la presión de otros pilotos. Ya es que hasta se sale el solito porque sí… Tiene un olor a patada en el culo que espanta…
EL MALO: ANTONIO LOBATO & La Sexta: Vale que la salida de Alonso nos retrotrayó a tiempos pasados y mejores. Pero es que lo de los berridos forofistas de Lobato durante vuelta y media no tienen justificación. Que tome ejemplo de Marc Gené y de PMDLR, verdaderos caballeros que, aun viendoles el plumero, por lo menos no elevaron el volumen de su voz. Y ya lo de quitar los himnos por escuchar las declaraciones de Alonso me sigue pareciendo un detalle muy muy muy feo de la cadena. El himno es la manera que tiene la organización del gran premio de honrar al ganador. Si la cadena lo quita, eso ya es que ni le honra, no. Ya es que ni le interesa. A ver si Alonso gana una carrera este año y cortan el himno para poner las declaraciones de Alguersuari, por ejemplo.
EL CRACK: FERNANDO ALONSO: Es una lástima que con exhibiciones de talento no se ganen carreras. Porque claramente el piloto está por encima del coche. En fin, que una pena que te acaben doblando despues de liderar la carrera y no por accidente.
P.D.: Hoy hace 34 años se estrenó Star Wars. Así que ya saben…. FELIZ DÍA DEL ORGULLO FRIKI!!!!
Es curioso ver cómo el que dicen ser el mejor piloto ahora en parrilla siempre le pasa algo con los equipos, con la mala suerte, etc.
Desde que salió de Renault ha pasado a ser un buen piloto más.
Sin acritud a los Alonsistas