… pero son MIS cabrones.
Así, parafraseando a Franklind D. Roosvelt en referencia al dictador nicaragüense Somoza, me siento yo cada vez que quedo con ese grupito de compañeros de universidad que hemos mantenido el contacto y la amistad.
Gente con la mente rápida, la pulla ágil y ganas de reir y hacer reir. Con cuatro o cinco coñas míticas. Con lista propia de correo a la que enviarnos coñas, paridas e insultos. A la que veo menos de lo que quisiera, pero con la que disfruto cada momento que estoy con ellos. Pondría foto, pero no tenemos una en la que salgamos todos y sé que hay gente celosa de su intimidad. Así que nada. Vaya como homenaje y gracias a toda esta panda de pendejos que me suelen alegrar la vida cada vez que recibo un correo de Amigos PCi.