Otro año más la misma cantinela… En fin, los habituales ya sabéis cómo va.
No me gusta la Navidad. Bueno, si. Corrijo. No me gusta en lo que se ha convertido la Navidad. Que con la excusa de los buenos sentimientos, de las reuniones familiares y demás, se aprovechen de tí y de mí como meros consumidores. Y todo el mundo pasa a ser un target en la época del año donde se deciden los balances de beneficios de muchas empresas.
Y claro, así tenemos publicidad hasta en la sopa, campañas intrusivas, páginas web que cambian el diseño con la excusa de la fecha… acudir a los centros de compra se convierte en una lucha continua por poder hacer las compras -navideñas o habituales- de un modo tranquilo y relajado… el bombardeo de villancicos y luces de colores que ni siquiera han podido imaginar en discotecas y/o bares de alterne…
Todo orientado al compra, compra, compra. Reconozco que yo también caigo. Compro regalos. Pero no por el mero hecho de aparecer en televisión. Mis regalos pueden ser algo frikis. Pero intento que sean originales. Y útiles. Hombre, una figurita de 18 pulgadas de Gollum entra en la categoría de freak y original, pero útil, más que como atrapador de polvo no es…
En fin, que yo, al menos intento mirar más allá del consumismo puro y duro. La tele es asquerosa en esta época del año, cosa que no creo que cambie y este año CREO que no he visto luces encendidas antes del día 12 de diciembre. Y eso. Que me quedo con lo de siempre. Mi familia, mis amigos y yo. Creo que sabeís lo que me cuesta, pero sabed que desde este despróposito de blog se os desean unas felices fiestas para vosotros y vuestras familias. Sean buenos, sean felices y tengan a mano el almax y/o el bicarbonato.
¡Señor Scrouge!
@Jake: Pues si…