La entrada de hoy va a ser rápida porque no he podido ver la carrera en toda su extensión, ni analizaré con el clásico «El Bueno, El Feo y El Malo» porque carezco de toda la información necesaria.

El hecho, en frío, es que ahora mismo, solo dependen de sí mismos Fernando Alonso y Mark Webber. Cualquier otro piloto que quiera entrar en la pomada tiene que tener en cuenta que cualquiera de estos dos tiene que fallar. Así que la carrera de Brasil de hoy solo ha servido para a- descubrir que hay otros equipos en la parrilla (Hulkenberg se ha ganado el asiento del año que viene) b- Massa tiene mucho que demostrar si quiere ser el primer piloto de Ferrari y c- (último, pero no lo menos importante) Red Bull Racing, en aras de la igualdad entre sus pilotos ha hecho una apuesta muy arriesgada, al permitir que Vettel haya ganado la carrera de hoy.

Y es que, como mantenemos muchos conocidos y gente entendida del mundillo del motor, la apuesta era Webber para asegurar el mundial de pilotos. Incluso hoy, tal y como estaba la clasificación y la carrera, Alonso saca ocho puntos a Webber. De haber mediado ordenes de equipo, Alonso seguiría por delante del australiano, pero por un simple punto. Al asturiano le vale con ser segundo en la carrera final. Y nadie se explica (yo al menos no lo hago) cómo, teniendo a tiro una oportunidad de amarrar una diferencia mejor, no hacen lo que cualquier otro equipo del paddock haría.

En fin, que nos queda una carrera para acabar el mundial de F1 más emocionante de los últimos tiempos (y no es porque Alonso esté en la pomada) y será dentro de quince días en Abu Dhabi. Yo no me lo pierdo.