El mítico circuito japonés fue ayer el escenario de una carrera insulsa en lo deportivo, pero realmente apasionante en las consecuencias. A priorí, un circuito donde los Red Bull partían con una ventaja aplastante al final no lo fue tanto. Hombre, quizás fue porque en la última parte de la carrera Vettel y Webber se dejaron llevar sabedores de la superioridad de su mecánica, pero puede ser sintomático que, como ayer alguien decía en Twitter, Fernando Alonso sin motores nuevos hasta final de temporada, casi cogiese a Mark Webber, que le quedan 2 motores por consumir.

Digo que emocionante en las consecuencias porque se confirma la tendencia de lo visto en las últimas carreras de que los McLaren no terminan de funcionar del todo y tanto Jenson Button como Lewis Hamilton ha perdido gran parte de sus opciones al campeonato de pilotos. Todavía no matemáticamente, pero vista la tendencia, chungo lo llevan en la escudería de Woking.

Todo lo contrario, vista la progresión, de lo que ocurre en Maranello, donde tenían asumidísimo que Suzuka era el peor circuito para sus intereses. Y el quedar tercero con Alonso (lo de Massa ya parece un chiste malo) a tan poca distancia de los Red Bull era algo con lo que ni siquiera soñaban. Claro que de no haber abandonado Kubica en las primeras vueltas, igual estabamos contando la película de otra manera.

Y por lo demás, movimientos en la parte media de la tabla, con carrerón del piloto local Kobayashi con el Sauber acabando 7º y poca cosa más aparte de los espectaculares galletazos en los compases iniciales de Di Grassi y Petrov.

EL BUENO: RED BULL RACING. Doblete de los austríacos. Pero como mantengo contra viento y marea, en mi opinión están equivocando el objetivo del esfuerzo para ganar el campeonato mundial de pilotos y la amenaza del Ferrari de Alonso puede tomar ventaja del hecho de que estén favoreciendo a Vettel antes que a Webber.

EL FEO: McLAREN. Ya sabéis que soy mclarenista confeso a pesar de mi antipatía por Hamilton. Pero esta carrera ha servido como confirmación de que salvo catástrofe apocalíptica de tres pilotos y dos equipos (o sea, mucha casualidad), aquí ya tienen todo el pescado vendido y la temporada finiquitada. Una pena. Esperaba más batalla.

EL MALO: FELIPE MASSA: Un finde horroroso el del brasileño. No contento con calificar mal, a las primeras de cambio embiste a Nico Rosberg y tiene que abandonar. Creo que le ha debido caer una bronca monumental, porque ya no estamos hablando del «Fernando is faster than you», que bueno, tiene y tuvo su aquel. Pero es que la idea es que actue como escudero de Alonso en su caza de los Red Bull y les reste puntos. No que tenga que porfiar por meterse en la Q3 y pelee con la medianía del pelotón.

EL CRACK: (Por malo): RENAULT F1 Team: El galletazo de Petrov en la salida ya vaticinaba mala carrera para los franceses. Pero el abandono de Kubica al perder la rueda trasera derecha siguiendo al coche de seguridad ya fue de traca. Ya digo que me queda la duda de saber cómo hubiese acabado la cosa si el polaco hubiese seguido en carrera con el coche en condiciones.

Lobatadas

(Última vuelta de Sebastian Vettel, plano del box de RBR con los mecánicos saliendo hacia el muro para celebrar la victoria)

«Y aquí tenemos el garaje de FERRARI, preparandose para celebrar el doblete de sus dos pilotos»

Sin palabras.

(Dejo pendiente el análisis de la boutade de Fernando Alonso del otro día de «ningún compañero me ha superado nunca»)