(Si, seguiremos con el clásico post derrotista, tristón, psicopático, antisocial y depresivo. Es lo que toca una vez al año y no lo voy a cambiar. Por supuesto, no se podrá comentar. Es el precio a pagar por tener que soportar una visión más cercana y- si, porqué no- más real de mi persona)
[mus]http://www.goear.com/listen/6cb42b1/heart-full-of-black-burning-brides[/mus]
Que lo que sucedió hace tiempo me hizo perder parte de la fe y la confianza que pudiera tener en parte del resto de la humanidad es algo que me afectó y me sigue afectando, para que vamos a engañarnos. Pero que lo que ocurrió fue por culpa mía es algo que tengo asumidísimo desde hace bastante tiempo. Quiero decir, yo lo provoqué y, dejando aparte un par de factores, lo que me haya ocurrido o dejado de ocurrir es consecuencia de mis actos.
Y es por eso que, una vez pasado el tiempo, intentas no repetir las acciones (o la concatenación de actos) que -crees que- te han llevado a donde estás. Fíjate qué cosa que creo que eso es lo que se llama «experiencia». Intentas ver otro lado a la vida, recrearte en tu miseria (porqué no) y disfrutar de las cosas que tienes.
El caso es que sin venir a cuento, y, lo más importante del asunto, sin que yo haya tenido nada que ver, de un tiempo a esta parte me encuentro totalmente decepcionado por actitudes para con mi persona que, repito, ni he provocado ni he buscado. Y claro, cuando vuelves a descender a los infiernos de tu miseria, como me toca cada año por estas fechas, pues vuelves a rebuscar donde peor huele para saber qué he podido hacer y qué no para llegar a esta situación.
Pero esta vez me he encontrado una sorpresa. He visto el paralelismo con el resultado de la otra vez. Solamente con el resultado. Porque las causas y los motivos, además de ser diferentes, no están relacionados conmigo. Y solo por ese detalle, ese ínfimo y miserable detalle, me siento bastante más a gusto conmigo, con mi manera de ser y con mi vida.
¿Porqué? Pues porque creo que he madurado. Sigo teniendo el bajón que me produce la circunstancia inicial con la que he abierto el post, no lo niego y es algo que debería mirar más en profundidad (o no, que leches). Pero cuando no tengo la culpa, la decepción -inevitable- no es cosa mía y si de quien la ha provocado. Y ya tengo una edad, no para que la gente de la que me rodeo no me decepcione, sino para que me afecte. Y menos, si la culpa no es mía.
Asi que se puede decir que he evolucionado. Todo lo que he pasado (ya digo que por eso se llama «experiencia«) me ha servido para que, una vez visto el resultado, darme cuenta de que solo debo preocuparme si soy yo el causante de todos los problemas. Ya digo que no me ha servido para llevarme de nuevo una decepción igual o mayor que la última vez. Solo que esta vez he podido dormir muy a gusto y mirarme con toda tranquilidad al espejo. No ha sido por mi culpa.
Y como bien dicen los Burning Brides (temazo que recomiendo encarecidamente que escuchéis en el reproductor de arriba):
I made a promise by the side of the road
That I would bury my Goddamn halo…I got a heart made of black linen
I got a heart full of black