(Modo despotrique ON, avisados quedaís.)

No me puedo creer lo que estuve viendo ayer. No porque en la competición del motor se trata, precisamente de eso, de competir. Y si las órdenes de equipo están prohibidas, pues lo suyo sería entrar a machete y cortar cabezas. Con la multa de 100.000$ (ojito, que también me parece una cantidad respetable y que obliga a rascarse el bolsillo a los de Ferrari) lo único que se ha conseguido es poner precio a permitir que uno de tus coches adelante a otro. Y eso ocurre por hacerlo todo mal. Empiezo a repartir estopa:

• Mal por Ferrari, primero. Si sabes que las órdenes de equipo están prohibidas, no puedes decirle al piloto que va en cabeza que su perseguidor es más rápido que él y que «confirme si ha entendido el mensaje». Vamos, que solo les faltó encenderle una luz roja en el volante. Demasiado obvio por parte del equipo.
• Mal por Felipe Massa, segundo. Para empezar, yo me hubiese negado y hubiese tirado para delante. Estamos en carreras de coches, no en concursos de popularidad. Si alguien quisiera pasarme, que lo haga echandole huevos, no porque yo me deje pasar. Que esa es otra. Había mil sitios donde dejarse pasar sin que resultase tan obvio (entrada a meta, horquilla, etc….) pero la chapuza de soltar acelerador en mitad de una recta para que Alonso pasase me pareció digno de novela de baratillo.
• Mal por Fernando Alonso, después. Porque veías el podio y parecía que el ganador hubiese sido Vettel, por la sonrisa en su cara. Nadie estaba cómodo por la manera de conseguir el doblete de Ferrari. Quiero pensar que Fernando en ningún momento pidió al muro que comunicase a Felipe que se apartase, pero analizado friamente, y sabiendo que el español llevaba mejor ritmo, no lo descarto del todo. Aún así y todo, yo no quisiera que se recordase una victoria mía porque mi rival se haya dejado pasar.
• Mal por la FIA. Si las órdenes de equipo están prohibidas en el reglamento y nos encontramos con que el espectaculo es de teatro de aficionados, haciendo que lo evidente sea incluso escandaloso, aquí se debería haber entrado con napalm y machetes para desmembrar y sancionar. Un par de carreras de sanción al equipo, un multazo de escándalo (lo único que han hecho bien) y la obligación de que las comunicaciones por radio entre muro y piloto sean públicas y accesibles en tiempo real de aquí en adelante para que el resto de equipos sepan que es lo que hay si se les ocurre hacer una similar. Y no. En vez de dar ejemplo, collejita y a rascarse el bolsillo. (Que no me parece mal, insisto)

• Y, por último, aunque pueda parecer fijación mía, mal por Antonio Lobato. Sabida es su parcialidad en el tema de Fernando Alonso, pero es que lo vivido ayer rozaba lo surrealista. A la vez que pregonaba la ilegalidad de la acción, la defendía manteniendo que Fernando Alonso llevaba mejor ritmo de carrera y que era frenado por Felipe Massa. Vamos, que hacía malabares dialécticos para explicar lo inexplicable. Mi pregunta retórica en este caso es qué hubiese pasado en la retransmisión si la situación hubiese sido la inversa y Alonso hubiese sido informado de que Massa llevase mejor ritmo.

En fin.

(Modo despotrique OFF)

Por lo demás, carrera entretenida con una salida al límite de lo legal por Vettel, adelantamientos varios y variados, chufas, petes y demás salsa de la competición. Hasta que ha ocurrido lo que ha ocurrido. Mala suerte para Pedro Martínez de la Rosa, al que Kovalainen se lo ha llevado puesto cuando cerraba la puerta para evitar ser doblado y otro suma y sigue para Alguersuari.

Voy a obviar las secciones de El Bueno, (…) porque versarían sobre lo que he comentado al principio y paso de seguir dandole vueltas a lo mismo. Solo comentar que, pasada la mitad del campeonato, creo que hay un claro aspirante a decepción de la temporada: Se habló mucho del retorno a las pistas de Michael Schumacher y de que si sería capaz de reverdecer viejos laureles. Vale, partamos de la base de que el Mercedes no es el mejor coche de la parrilla. Pero es que Nico Rosberg, con el mismo carromato, le está dando sopas con honda al heptacampeón. Y hombre, verle arrastratrse por las pistas empaña el recuerdo que todos tenemos del Schumi campeón, dominando a los rivales con puño de hierro.